Cerezo – Rabos
2,50€ – 25,70€
Alimenta, deleita al paladar y a la vez, cura.
Descripción
Paseando por los valles frescos, todavía se pueden encontrar cerezos «sin dueño», que regalan al caminante, y también a las aves, con pequeños pero sabrosos frutos exentos de insecticidas y pesticidas.

Las cerezas silvestres, y también las cultivadas, contienen una equilibrada combinación de principios activos, que hacen de este frutos un excelente alimento-medicina.
- Glúcidos: azúcares fácilmente asimilables (incluso por los diabéticos) en forma de levulosa y fructosa, cuya cantidad oscila del 3% al 15%.
- Vitaminas: carotenos (provitamina A) en cantidad apreciable, así como pequeñas cantidades de vitaminas del grupo B y de vitamina C.
- Minerales: hierro, calcio, fósforo, azufre, sodio y sobre todo potasio, así como una amplia gama de oligoelementos (zinc, cobre, manganeso, cobalto, etc.), que confieren a las cerezas propiedades remineralizantes y tonificantes del organismo.
- Ácidos naturales: málico, succínico y cítrico, de cuyo porcentaje depende su sabor más o menos ácido, y que actúan com estimulantes de las glándulas digestivas y como depurativos de la sandre.
- Fibra vegetal soluble: pectina en pequeña cantidad, que les confiere un suave efecto laxante.
- Flavonoides: que las hacen ligeramente diuréticas.
- Ácido salicílico: en pequeña proporción (unos 2 mg por kilo de cerezas), que les confiere cierto efecto antiinflamatorio y antiartrítico.
Los pedúnculos de los frutos (rabos de cereza) contienen sales minerales (sobre todo de potasio) y flavonoides, principios a los que deben su acción diurética suave, segura y exenta de efectos secundarios. Constituyen uno de los mejores diuréticos vegetales conocidos.
La cura de cerezas (a base de frutos y de tisanas de pedúnculos) conviene a sanos y enfermos. Por su acción depurativa, constituye una de las mejores formas de liberar al organismo de las impurezas acumuladas durante los meses de invierno, y de tonificarlo para los meses estivales. Se beneficiarán especialmente de este medicinal fruto:
Los obesos y pletóricos, a quienes hará adelgazar sin riesgo de desnutrición o de desequilibrio mineral. Además las cerezas tienen la propiedad de atenuar la sensación de hambre.
Los artríticos y gotosos, a quienes hará descender los niveles de ácido úrico en sangre y aliviará sus dolores articulares.
Quienes padezcan inflamación de las vías urinarias (pielonefritis o cistitis), debida a infección crónica o a litiasis (cálculos urinarios).
Los que padezcan de estreñimiento crónico debido a pereza o atonía intestinal, ya que poseen un suave efecto laxante y tonificante de todo el conducto digestivo.

- Uso Interno
- Cura de cerezas: Se realiza consumiendo como único alimento medio kilo de frutos maduros, 4 o 5 veces diarias, durante 1-2 días. Si las cerezas son silvestres, se recomienda tomar una cantidad menor, pues contienen una mayor proporción de principios activos. Los que padezcan de debilidad gástrica o de digestiones lentas, deberán tomar las cerezas hervidas. Se recomienda intercalar entre las tomas de frutos, varias tazas de tisana de pedúnculos (rabos).
- Decocción de pedúnculos Se hacen hervir 50 g de rabos de cereza (frescos o secos) durante 5 minutos. Se toman varias tazas al día, ya sea de forma aislada o bien en combinación con una cura de cerezas.
Información adicional
Peso | N/D |
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Uso en Enfermedades | Nefritis y Nefrosis, Pielonefritis, Infección Urinaria, Atonía Intestinal |
Nombre Cientifico | |
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